En época de espadachines

En época medieval, donde predominaban los espadachines, destacaba un joven llamado Moisés. Este se caracterizaba por ser el más valiente y fuerte de todos. A día de hoy, nadie había podido vencerle, lo que ocasionó en él, un sentimiento de superioridad y soberbia. Caminaba por la calle mirando por encima del hombro, no hablaba con prácticamente ningún ciudadano, pues pensaba que él era el mejor en todo.

Esta información llegó a los oídos de un chico que vivía en un pueblo cercano, llamado Arturo, quien decidió dirigirse hacia ese lugar para que reflexionase sobre su actitud. Entonces Arturo decidió aprender la lucha con espadachines, hasta que se sintió suficientemente capacitado.

Por fin llegó el gran día en el que los dos jóvenes se encontraran, y Moisés al ver a Arturo le preguntó:

-¿Qué es lo que te trae por aquí?

-Vengo a destronarte y a ponerte los pies en la tierra. –contestó Arturo.

-Espero que sepas a lo que estás expuesto, ya que si no consigues ganar puede ser que pierdas tu tan preciada vida. – respondió Moisés.

-No me importa, conozco perfectamente las reglas y consecuencias. Si te encuentras preparado podemos comenzar ahora mismo- finalizó Arturo.

Al poco de comenzar la lucha, Arturo había sido capaz de tirar al suelo a su oponente y situarle la espada en el cuello de tal forma que no tuviera manera de escaparse. Sin embargo, al joven le bastó con esa acción, pues su objetivo no era acabar con la vida de su oponente.

-¡No me mates por favor! Ya no me creeré más que nadie, te lo prometo. Cumpliré con mi palabra, pues me has enseñado una gran lección. –suplicó Moisés.

Finalmente, Arturo se marchó orgulloso de su gran labor, pues estaba convencido que esto le había servido como una gran lección, y efectivamente así fue, Moisés comenzó a ser una mejor persona e incluso llegó a desvelar sus grandes trucos y a convertirse en un gran instructor que formaba a los más jóvenes en esta afición.

REFLEXIÓN:

“La humildad y el trabajo duro son fundamentales para el éxito, sin embargo la arrogancia y la soberbia pueden llevarnos por un mal camino y perder algunas oportunidades”.

FIN