Un gran enigma sin resolver

Unos jóvenes se encontraban paseando por las montañas cercanas al pueblo en una tarde de primavera. El paseo se alargó más de lo habitual, hasta llegar a una especie de cueva de la que decidieron huir y no seguir investigando. No obstante, al día siguiente, la curiosidad les hizo adentrarse en la misma, donde observaron dibujos en sus paredes muy difíciles de descifrar, lo que ocasionó un gran interés en los chicos.

Al salir de la cueva, corrieron a contarles a los padres el gran hallazgo, y a pesar de que estos no se lo tomaron muy bien, decidieron acompañar a sus hijos en esa gran aventura, por lo que a los pocos días volvieron a emprender viaje hacia la cueva, pero esta vez mejor preparados y más acompañados que antes.

Los padres se quedaron perplejos, pues no podían creer que eso fuera real y sin dudarlo ni un solo segundo, contactaron con profesionales de este tema, para que pudieran descifrar ese gran enigma que se escondía tras una serie infinita de símbolos aparentemente sin significado alguno.

Y así lo hicieron, la cueva permaneció una semana cerrada y vigilada, para evitar que los símbolos fueran alterados, pues estos profesionales estaban realizando su trabajo y nada podía ser modificado. Pasada una semana, los jóvenes fueron notificados de que en la cueva se encontraba escrita la siguiente frase: “Si esta cueva encontrarás, la riqueza eterna ganarás”, comprobando así, que si llegabas al fondo de la misma encontrarías una caja muy valiosa llena de monedas de oro.

Los medios de comunicación colapsaron ese lugar, todo el mundo quería dar a conocer el gran hallazgo encontrado en ese pueblo, y aunque los padres seguían un poco molestos, pues creían que sus hijos podrían haber corrido peligro, estaban muy orgullosos de ese gran descubrimiento y su gran valentía.

 REFLEXIÓN:

“A veces es bueno arriesgarse, aunque el camino sea duro e incierto porque la recompensa al final del mismo puede hacer que todo el recorrido valga la pena.”

FIN