Una joven muy atrevida

Esta historia trata de una joven que llevaba doce años ayudando a las personas a vivir mejor y más felices. Era una chica muy atrevida y muy amiga de sus amigos, simpática y cariñosa.

Allí conoció a un usuario desde hace más de diez años y desde entonces se volvieron inseparables. Su nombre no se conoce, pero la apodaremos como “la chica pelirroja”.

Hace unas semanas, le comunicó a su amigo que se marchaba de ese lugar para comenzar una nueva vida más tranquila, y aunque él se alegraba mucho por ella, tenía que reconocer que nunca la iba a olvidar,  porque alguien así es irremplazable. Ella es de corazón fuerte y un gran punto de apoyo que siempre te tiende la mano en los momentos más difíciles. Además, es una chica que se deja querer. Han ido muchas veces a tomar algo juntos o incluso a cenar, y  han compartido muy buenos momentos.

Personalmente, a él la había ayudado con el cálculo, la memoria, la atención y la escucha, entre otras cosas. Utilizando todos los recursos que a ella se le ocurrieran y siempre con una gran motivación y creatividad.

El joven ha perdido la cuenta de las personas a las que ha ayudado y les ha enseñado. Desde el principio, se había convertido en un faro de esperanza y positividad para todos, pues les mostró que la discapacidad no es una limitación y les enseñó a conseguir todo lo que quisieran.

Todos allí le desean lo mejor para su nueva vida y quieren que no se olvide de ellos, que estarán ahí siempre que lo necesite y tendrán su hombro para apoyarse si es necesario.

REFLEXIÓN:

“Las personas que nos llegan al corazón es muy difícil que desaparezcan de nuestras vidas, ya que por muy lejos que se vayan son capaces de dejar una huella importante”.

FIN